Anhelo tanto una palabra tuya, que he soñado que me hablabas,
he de confesar mi deseo ansioso de intercambiar unas palabras contigo,
no es cuestión de amor o de acoso,
se trata de esa idea loca de saber que tanto cambio tu vida
después de que me conociste,
y si no cambio nada,
sólo quisiera compartirte,
que mi vida si cambio en que te conocí.
Sé que sólo parezco una idiota con estudios,
pero quisiera escribir de ese encuentro,
un encuentro añorado,
en dónde quizá pueda agradecerte por todo,
porque a la vida ya le he agradecido por haberme permitido conocer de ti.
Patricia May.
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